El pasado viernes, por la tarde, he asistido por primera vez a la tertulia de punto de Donostia. Me ha encantado encontrar personas con la misma afición e inquietud. Incluso ha sido confortante sentir que a otras mujeres les ocurre lo mismo, empezar y tener entre las manos varias labores. Ha sido terapéutico. Personas diferentes de distintas nacionalidades hemos compartido dos horas con café, galletas, lanas y risas. Jamás habría sospechado que quisiera aprender a hilar. La próxima semana aprenderé. Y el sábado pasaremos un día en Lastur, paseo, comida y taller sobre la preparación de lanas para hilar y teñir. ¿Volveré a casa con una oveja latxa?
ah!!! vaya suerte!!! yo también quiero, ya nos puedes contar todo, todo, y todo, con pelos y señales ^_*
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